Este verano, antes de salir al sol, revisa tus lunares
Los lunares son lesiones cutáneas que se originan debido a una acumulación benigna de melanocitos, las células productoras del pigmento que da color a la piel.
Los lunares pueden ser de diferentes tamaños, formas y colores, dependiendo de su localización y forma de aparición. Por lo general suelen ser de color rosado o marrón, planos o elevados y con forma circular u ovalada. En ocasiones estos lunares están presentes en el momento del nacimiento sin embargo, lo habitual es que vayan apareciendo a lo largo de la vida de forma espontánea o como consecuencia de la exposición solar.
Cada persona suele tener entre 20 y 30 lunares, siendo la pubertad la etapa de la vida en la cual suelen aparecer en un mayor número. A partir de los cincuenta años tienden a ir perdiendo el color o pigmento y a volverse más verrucosos.
Es recomendable que toda persona realice un control de lunares durante la pubertad y, según las características de los mismos, será el Dermatólogo el que determine la frecuencia de las revisiones (cada 6,12 o 24 meses).
Para detectar aquellos lunares que pudieran ser malignos se recomienda a los pacientes realizar una autoexploración física mensual y seguir la regla del ABCDE.
Cualquier lunar «de toda la vida» que cumpla los criterios de esta regla o aquel lunar que haya aparecido recientemente y esté cambiando, debe ser valorado por el Dermatólogo.
Debemos tener en cuenta que el cáncer de piel relacionado con los lunares, es decir, el melanoma, detectado a tiempo tiene un pronóstico excelente, no siendo así si se detecta en una fase invasiva o profunda.
En la Unidad de Dermatología de Golden Clinic realizamos un estudio personalizado mediante técnicas de dermatoscopia que garantizan un diagnóstico seguro y preciso de sus lunares.